“El primer paso en la
evolución de la ética
es un sentido de solidaridad con otros seres"
es un sentido de solidaridad con otros seres"
Albert Scheitzer
(1875-1965)
Premio Nobel de la Paz
Con ocasión del Centenario
de nuestra Asociación Internacional de
Clubes de Leones, que se cumplió el año próximo pasado (2017), estuve
reflexionando sobre algunos puntos comunes que nos unen a nikkeis (*) y Leones en
el desarrollo de nuestras vidas, y
en la misión que tenemos frente a la
sociedad a la que pertenecemos.
Nosotros los nikkeis,
nos guiamos - y no deberíamos de dejar de hacerlo - por un Código de Valores, que incluso ha sido adoptado por instituciones o empresas en diversas partes del mundo, para garantizar un desarrollo
transparente de sus actividades o
negocios. Estos son: respeto, honestidad, responsabilidad,
solidaridad, perseverancia, armonía, confianza, gratitud, lealtad y austeridad.
Pienso que si observáramos el conjunto de estos valores, lograríamos sin duda un gran cambio en cada uno de nosotros y de
paso en la sociedad, que tanto
necesita de estos, especialmente en los tiempos que vivimos, donde cada día,
los titulares de los diarios y demás
medios de comunicación nos impactan,
poniendo a prueba nuestra capacidad de
asombro.
De otro lado, en el Leonismo
el Código de Ética, es también una norma de conducta dirigida a todos sus miembros y fue pensada especialmente
para quienes tienen vocación de
servicio, y se dedican por tanto, a cultivar el bien común en sus respectivas comunidades,
y paso a enunciarlos a manera de grata recordación:
Mostrar mi fe en la bondad de mi vocación
aplicándome laboriosamente hasta lograr una buena reputación por la alta calidad de mi servicio.
Buscar el éxito y exigir solo la remuneración y ganancia justa que pueda
merecer, pero rehusar la ganancia o recompensa
que pudiera resultar en menoscabo o pérdida de mi dignidad, como efecto del aprovechamiento de alguna ventaja injusta o de acciones dudosas mías.
Recordar que para construir
mi negocio no es necesario destruir
el de otro; ser leal con mis
clientes y sincero para conmigo
mismo.
Resolver a costa de mí mismo
cualquier duda que surja en cuanto al
derecho o a la ética de mi
posición o acción hacia otras personas.
Practicar la amistad como un fin y no como un medio.
Sostener que la amistad verdadera no
existe por razón del servicio que se
nos ha prestado, sino que la amistad
verdadera no exige nada a cambio pero acepta el servicio con el mismo espíritu
que se ha dado.
Tener siempre presente mis obligaciones de ciudadano para con mi nación y mi comunidad, profesándoles mi lealtad
constante de pensamiento, palabra
y obra. Dedicar generosamente mi tiempo, mi trabajo y mis recursos.
Ayudar al prójimo consolando
al atribulado, fortaleciendo al débil y
socorriendo al menesteroso.
Ser mesurado en la crítica y
liberal en el elogio; construir y no destruir.
Luego de la lectura de ambos códigos
y reflexionar sobre su aplicación, pienso- y estoy seguro al igual que ustedes-
que ambos tienen mucho en común y su práctica
ha de producir mejores personas para
un mundo mejor.
Por lo expuesto, creo que los nikkeis
tenemos un lugar natural en el Leonismo y
nuestra mayor presencia en esta organización humanitaria, ha de aportar más energías positivas en las acciones Leonísticas de servicio a favor de los más necesitados.
Con la esperanza de que este tema, pudiera servir de motivación a los nikkeis, para que - siguiendo la huella de otros referentes -,acepten la generosa invitación que pudieran recibir,
de integrar las filas del Leonismo
y podamos recorrer juntos el Camino a la Felicidad con Fe y Amor en el
Servicio.
PCC Federico Nakachi
Morimoto
Presidente Comité Honorario
H-4
Periodo 2017-2018
(*) Miembros de la
colectividad integrada por inmigrantes japoneses y sus descendientes