CL Melvin Jones Fundador del Leonismo |
“…Si quieres ser grande, comienza por ser pequeño; si
quieres construir un edificio que llegue hasta el cielo, piensa primero en
poner el fundamento de la humildad. Cuanto mayor sea la mole que se trate de
levantar y la altura del edificio, tanto más hondo hay que cavar el cimiento.
Mientras el edificio que se construye se eleva hacia lo alto, el que cava el
cimiento se abaja hasta lo más profundo. El edificio antes de subir se humilla,
y su cúspide se erige después de la humillación...” (San Agustín)
La humildad es
una virtud que
debemos cultivar todos los seres humanos, aunque se dice que su práctica se
hace más necesaria cuando se escalan peldaños de responsabilidad en
la vida pública o privada.
Al respecto debemos destacar que existe una idea distorsionada
que confunde humildad con pobreza, y esa
connotación muchas veces se trasluce en el tiempo en escritos
que leemos o discursos que escuchamos, y que le dan una relación de
tipo social.
Se dice que el verdadero liderazgo se
ejerce en toda acción o toma de decisiones con humildad; virtud que
orienta al dirigente a reconocer los logros obtenidos en
sus instituciones o empresas como un producto del esfuerzo o trabajo mancomunado de
todos sus integrantes, desde el colaborador del puesto más bajo hasta
el directivo más encumbrado.
Es por eso, que la humildad no
solo se debe predicar o alentar en una institución sino practicarse y
corresponde a los dirigentes o
ejecutivos de los más elevados rangos dar el ejemplo a
los demás.
Los filósofos y estudiosos de la conducta humana manifiestan
que esta virtud hace tomar conciencia a quien la práctica de sus
limitaciones y flaquezas, y le da las pautas necesarias para poder superarlas y
encaminarse a pináculos más altos de satisfacción personal o institucional.
Este pensamiento se refuerza con la importante
frase del académico mexicano Dr. Carlos Llano Cifuentes: El liderazgo, bien
entendido, no es tener el primer lugar en el mando, sino en el ejemplo.
Por eso nuestro Movimiento Internacional alienta en sus
miembros no solo la acendrada vocación de servicio,
la práctica de virtudes y principios éticos y morales, sino,
además, el ejercicio de un liderazgo basado
en el compañerismo.
El León debe
guardar un equilibrio entre lo que dice y lo que hace, por tanto,
no puede predicar lo que no practica. No hemos venido a
esta noble institución a
ser servidos sino a servir. Los Leones nos
debemos respeto y consideración entre nosotros, esa es una práctica de convivencia humana que
también vale para nuestra institución.
Con los años aprendemos,
sino lo sabíamos antes de nuestro ingreso al Leonismo, que
los cargos son pasajeros y más bien representan una prueba de responsabilidad y
un gran honor para
quien lo ejerce.
Esmerémonos pues en ejercer nuestros cargos y
tareas con espontánea humildad, sin falsas modestias y mucho amor, empezando
en cultivar excelentes relaciones con quienes compartimos los mismos ideales y
abrazamos la misma causa de servir a la humanidad.
La práctica de la
humildad en nuestra vida Leonística
nos impulsará, sin duda, a conseguir siempre un Crecimiento en Marcha y hará que los Leones seamos ese Faro de Luz que ilumina el mundo.
Los invito a recorrer el Camino a la Felicidad
con Fe y Amor en el Servicio.
PCC Federico
Nakachi Morimoto
Presidente Comité
Honorario H-4
Periodo 2017-2018
No hay comentarios.:
Publicar un comentario