viernes, 24 de mayo de 2024

En el Día del Padre

Masao Nakachi en foto familiar

Por: Federico Nakachi Morimoto

El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día”. Anónimo 

El Día del Padre, es una celebración en la cual se homenajea los padres. La fecha en el que se cumple este acto, varía de acuerdo a cada país, y también tomando en cuenta consideraciones religiosas o cívicas.

En Iberoamérica se sigue por lo general la celebración establecida en los Estados Unidos, del tercer domingo de junio. Según se menciona, la idea original fue de Sonora Smart Dodd, quien se basó en la celebración del Día de la Madre, para homenajear a su padre, Henry Jackson Smart, soldado de la guerra civil de su país, quien al enviudar asumió la conducción de su hogar y crianza de sus hijos de manera ejemplar.

En el Perú, se sigue la tradición estadounidense, y es así como los centros educativos, instituciones, centros laborales y en el seno familiar se celebra este día tan especial.

El Día del padre, es en esencia un homenaje a la paternidad, de quien no solo se esmera en atender las necesidades de educación de sus hijos, de acuerdo a códigos de ética y valores, sino que él mismo es ejemplo para ellos.

En estos días, ser padre conlleva a una gran responsabilidad y en el mayor de los casos, a muchos sacrificios, por las condiciones especiales en que vivimos no solo a nivel nacional sino mundial. Pero, si se trata de la educación y formación de los hijos, esta tarea actualmente es compartida en el hogar por padres y madres.

En mi caso, mi padre Masao Nakachi, nos inculcó a todos sus hijos los principios y valores de la cultura japonesa, especialmente la laboriosidad, honradez, perseverancia, amistad y el respeto constante por nuestros adultos mayores, ya sea que fueran de nuestra colectividad o de la sociedad en general. También nos incentivó a cultivar la solidaridad y empatía, especialmente con los más vulnerables de la sociedad en general. Esto último, me motivó a incursionar en el Leonismo, Movimiento Internacional basado en el servicio a los más necesitados, y que propicia generar un cambio en el mundo, haciéndolo más humano; así como el desarrollo de las personas en un ambiente sostenible.

De mi padre tengo los mejores recuerdos y enseñanzas, entre éstos, su pasión por la literatura, la música, el aprendizaje de otros idiomas, la gastronomía. También nos enseñó a ganarnos el pan de cada día de manera honrada, y en los negocios a cobrar siempre lo justo, sin abusar del cliente. Esto ha sido una norma que conservo y práctico, pues considero que es una de las maneras de honrar su memoria.

En nuestra colectividad llegó a presidir la Sociedad Central Japonesa, y desde esa responsabilidad, se preocupó por engrandecerla y propiciar futuros proyectos que permanezcan en el tiempo, tanto en el campo de la salud, como en la asistencia social a los menos favorecidos, a quienes apoyaba aún a costa de las dificultades que alguna vez el mismo afrontó, pero de manera anónima, siendo coherente con su fe: “Lo que la mano derecha de, que no lo sepa la izquierda”.

Asimismo, él fue uno de los promotores del Taller de Pintura: “Camino a la Felicidad”, siendo su primer alumno, y quien le dio tal denominación -dada su formación religiosa-; tratando de llevar un mensaje subliminal a los adultos mayores de nuestra colectividad nikkei: … que la verdadera felicidad, se encuentra, no solo en el seno del hogar, sino, también rodeado de buenos amigos y haciendo lo que más nos gusta; especialmente aquello, que enriquece el alma.

En el mes de junio, celebraremos el “Día del Padre”, y mi pensamiento estará con él, esperando me siga guiando por el Camino de la Felicidad con Fe y amor en el servicio.

(*) Ex Presidente del Consejo de Gobernadores

     Distrito Múltiple H-Perú

     Lions Clubs International


(Fuentes: Lions Clubs International, Internet, Foto: archivo Familiar Nakachi)

jueves, 16 de mayo de 2024

Algunas reflexiones por el “Día de la Madre”.

                                              El autor y su recordada Madre

Por: Federico Nakachi Morimoto(*)

 

 “No hay nada como el amor de una madre hacia sus hijos"

Agatha Christie (1890 – 1976), escritora británica

 

El segundo domingo de mayo, en la mayor parte del mundo celebramos con emoción el “Día de la Madre”, en la que recordamos y rendimos homenaje a aquel ser maravilloso que nos dio el ser, y nos acompañó o aún nos acompaña a lo largo de nuestra existencia: nuestra querida Madre.

Lo cierto es que cada uno de nosotros tiene una historia que contar, de lo que significó nuestra Madre en la vida; pero cada una de esas vivencias tienen como factor común el gran amor y consuelo que la autora de nuestros días, nos dio o sigue dándonos, en todos los momentos de nuestra existencia, especialmente en los instantes difíciles en el que requerimos de un sabio consejo.

En estos tiempos difíciles, la madre tiene que luchar día a día para llevar un pan a la mesa de su hogar, trabajando junto a nuestros padres, o individualmente si está a cargo del hogar, dando ejemplo de entereza, perseverancia y valor, o en algunos casos, junto a otras madres, en comedores populares, uniendo esfuerzos para asegurar la alimentación de sus familias, e incluso compartiendo con las personas vulnerables de su comunidad. Pero en las circunstancias actuales, no solo tienen que trabajar más horas, sino incluso estar más tiempo fuera del hogar, y expuestas a diferentes peligros y dificultades.

Debo destacar, que, en nuestra Asociación Internacional de Clubes de Leones, las madres y esposas de nuestros Compañeros Leones, además del importante rol que cumplen en el seno de su familia, han sabido compartir su ternura, en las acciones de servicio a favor de los menos favorecidos, dando muestras de empatía, solidaridad y vocación de servicio.

En esta conmemoración, permítanme dedicar unas breves líneas a mi Madre Kiyomi, quien fue todo un ejemplo de amor, trabajo laborioso, perseverancia, sacrificio. Ella siempre estuvo conmigo, no solo apoyándome en mis emprendimientos, sino que fue mi respaldo y aliento cuando ingresé al Leonismo, y la tuve a mi lado cuando asumí las responsabilidades que mis hermanos Leones me dieron, especialmente la de Presidente de mi Club de Leones Jesús María, Gobernador del Distrito H-4 y Presidente del Consejo de Gobernadores del Distrito Múltiple H-Perú, ganándose el aprecio de los Leones que la conocieron.

Pero, mi Madre también me enseñó a cultivar y valorar la sincera amistad. Siempre la recordaremos en su mesa, rodeada de buenas amigas, compartiendo vivencias o sosteniendo una amena conversación, hasta el final de sus días.

Finalmente, permítanme terminar estas breves palabras, deseando lo mejor a nuestras queridas madres, no solo el segundo domingo de mayo, sino cada día de su existencia; invocando a sus hijos que jamás las sepulten en el profundo olvido.

Con este motivo, los invito a recorrer juntos el Camino a la Felicidad con Fe y Amor en el Servicio.


(*) Ex Presidente del Consejo de Gobernadores

     Distrito Múltiple H-Perú

     Lions Clubs International

(Fuente de Frase: Internet)

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